Avanza rehabilitación de barrancas en la tercera sección del Bosque de Chapultepec
• Por primera vez se intervienen sus polígonos A (Barranca Dolores, 243.9 ha) y B (Barrilaco, 27.4 ha)
• Se registra avance del 80 por ciento en acciones realizadas para el mejoramiento de las barrancas de Dolores y Barrilaco
Con una inversión de 177 millones de pesos, a través del Proyecto Chapultepec Naturaleza y Cultura, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México está mejorando las condiciones del suelo y el flujo hídrico, en materia de descargas de aguas residuales, en las barrancas de Dolores y Barrilaco, ubicadas en la tercera sección del Bosque de Chapultepec.
“El presupuesto para este proyecto es de 177 millones de pesos y el general que nosotros manejamos en el 2020 ascendió a mil 200 millones de pesos, para las distintas actividades que hemos realizado entre la primera y la tercera sección, incluyendo lo que será la cuarta sección del Bosque de Chapultepec”, precisó la doctora Marina Robles García, secretaria del Medio Ambiente capitalina.
Tras un recorrido de supervisión de las obras en la barranca de Dolores, Robles García recordó que el proyecto Chapultepec Naturaleza y Cultura tiene varios componentes y “uno de los componentes más importantes es el componente ambiental y la razón de que este componente sea uno de los más importantes del proyecto, es que el Bosque de Chapultepec ofrece servicios ambientales muy importantes para la ciudad, como infiltración del agua, regulación del clima, biodiversidad”.
Actualmente, se registra un avance del 80 por ciento en las diversas obras acciones de rehabilitación que incluyen protecciones laterales de taludes con gaviones y muros de “morillos” (segmentos de madera) de forma paralela al talud para brindarles estabilidad, sobre todo a los taludes desgastados por la erosión provocada por los escurrimientos de agua. También se crearon presas de piedra acomodada, que son estructuras de piedras colocadas transversalmente a la dirección del flujo de la corriente, las cuales controlan erosiones en cárcavas y permiten el almacenamiento y la infiltración de agua.
Con piedra, arena y cemento fueron colocadas presas de mampostería de forma perpendicular a las cárcavas, con la finalidad de disminuir la escorrentía superficial, el almacenamiento de agua y la retención de azolves. Los muros de Krainer consisten en una técnica de bioingeniería compuesta por troncos colocados de forma horizontal para estabilizar taludes y así evitar deslizamientos de tierra y procesos erosivos. Los deslizamientos también se contienen a través de muros de gavión; el gavión es una estructura permanente, permeable y ligeramente flexible, formada a base de cajones de forma rectangular, construidos con una malla de alambre de triple torsión llenos de piedra acomodada que permite estabilizar y evitar el crecimiento de las cárcavas, lo que permite una mayor retención e infiltración de agua.
Robles García aseguró que las obras que se están realizando no sólo mejoran las condiciones ambientales del bosque, sino la seguridad de las personas que transitan por la zona: “Las cárcavas que van formándose a partir de la erosión, por el agua que baja en gran volumen y con gran velocidad, va generando oquedades en la zona de la infraestructura y esta infraestructura es usada como calles, banquetas, puentes y pone en riesgo la infraestructura y por lo tanto a las personas, entonces las obras que estamos haciendo acá están permitiendo disminuir este riesgo, estamos solventando mucho de estos procesos de erosión y bueno ofreciendo seguridad y bienestar también para toda la gente que transita por estos lugares”.
De la barranca de Dolores se retiraron alrededor de 300 toneladas de residuos y de la de Barrilaco 130 toneladas, por lo que se invita a la población a cuidar estas áreas de valor ambiental. “Como saben la tercera sección de Chapultepec tiene una vocación de conservación y que las barrancas se encuentren en una buena condición ambiental es importante para que puedan infiltrar más agua, para que se disminuya la erosión que está habiendo de sus laderas y también para que podamos tratar las aguas residuales que, desafortunadamente, a lo largo de mucho tiempo se fueron acumulando distintas descargas con distintos volúmenes”, resaltó la titular de Sedema.
Al respecto, el biólogo Martín Aguilar Cervantes, subdirector técnico del Bosque de Chapultepec, dijo que se identificaron 150 descargas de aguas residuales en el polígono de la barranca de Dolores, “son viviendas que no cuentan con drenaje y muchos de ellos descargan a la barranca, por eso se desarrollaron estas intervenciones en donde hacemos un pretratamiento del agua y el agua tiene una gran función dentro de las barrancas. Estamos interviniendo un problema de fondo”.
Además de la restauración hídrica de la tercera sección del Bosque de Chapultepec, como parte del proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura, “en complemento hemos desarrollado, desde 2019 a la fecha, intervenciones para el mejoramiento de suelos, mejoramiento de arbolado y retiro de arbolado muerto en pie. Es la primera vez, en la historia de la Ciudad de México, que se lleva a cabo una intervención integral, sobre todo en un área de valor ambiental y que incluya barrancas”, agregó el biólogo.
La otra parte de la restauración ambiental “tiene que ver con una selección de árboles y plantas que en combinación nos van a generar una mejor masa forestal, mejor equilibrada. Aún se observa una gran cantidad de eucaliptos, por su establecimiento muy fácil en terrenos difíciles, y ahora estamos con una oportunidad para hacer una sustitución de estos elementos. Ya hemos plantado 24 mil árboles en la tercera sección en esta barranca de Dolores y 2 mil árboles en la de Barrilaco y estaremos reiniciando la plantación nuevamente hacia la temporada menos fría de este año”, añadió.