Orgulloso de llegar a los 30 años barriendo las calles de la ciudad
Son las dos de la madrugada en Ciudad de México. La urbe aún no está iluminada por el sol y la escoba de Arturo Martínez Ibarra es movida con diligencia por él; prefiere trabajar muy temprano “porque luego se ponen los carros y ya no se puede meter la escoba para barrer y hacerlo bien, con empeño y para que quede bonito todo”.
Desde hace 30 años, Arturo recoge los residuos sólidos de la misma colonia que lo vio crecer: la del Valle. Recuerda que desde niño ayudaba a su papá a limpiar las calles, cuando creció “llegó la oportunidad y entré aquí a trabajar, a limpia y transporte”.
Arturo Martínez menciona que los vecinos de la colonia del Valle son responsables y ordenados, ya que clasifican la basura y se la entregan separada para que su trabajo pueda ser más fácil. Menciona que en algunos casos, ayuda a las personas que no pueden sacar los residuos sólidos de su casa, así que él entra a las casas para vaciar los botes: "Mantener limpia la ciudad es un trabajo de cooperación, de equipo. Las calles de la ciudad no sólo me dan trabajo, sino también satisfacciones y esperanza de ciudadanos que se encuentran comprometidos con la mejora del medio ambiente”.
Hoy, con su uniforme bien puesto y su carrito para transportar los residuos, agradece el compromiso de los vecinos de separar correctamente la basura: “Para mí esto es bien bonito. Toda la gente va echando la basura en los carritos bien acomodada, bien amable; también la de los carros, las personas ya tienen más conciencia en separarla y ya para nosotros es más fácil porque ya no más llegan y la van echando”.
Una de sus motivaciones para seguir es que “se vean bonitas todas las calles, porque también la gente participa mucho y hay gente que saca su basura y la separa, así nosotros nos unimos a ellos y para que se vea todo bien bonito”.