Inicia Sedema prueba piloto para detección de picudo negro y picudo rojo en palmeras
• Contar con una red de sensores permite ser más precisos al atender una plaga; permite conocer con exactitud cuáles son los individuos afectados para ofrecerles tratamiento
• Los sensores se han instalado en palmeras de diversas especies en ciudades de España e Italia, norte de África, en Arabia Saudita, así como en Israel y Estados Unidos
La Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) de la Ciudad de México, a través de la Dirección General del Sistema de Áreas Naturales Protegidas y Áreas de Valor Ambiental, dio inició a un programa piloto de colocación y monitoreo de sensores en palmeras, lo que permitirá detectar y prevenir la precencia de los insectos picudo negro y picudo rojo.
Para la prueba piloto se colocaron sensores en 50 de las 122 palmeras canarias de la Plaza de la República, en las inmediaciones del Monumento a la Revolución. También se colocó un equipo que recibe la señal de los sensores y envía esa información a una plataforma para su análisis en una computadora o aplicación móvil.
Laura Sánchez, asesora técnica en el área de plagas y enfermedades de la Sedema, explicó que los sensores son capaces de detectar las vibraciones y movimientos generados específicamente por los picudos al establecerse en una palmera, ya que estos coleópteros suelen hacer agujeros para hospedarse.
Sánchez Pineda precisó que en la Ciudad de México aún no hay registros de observación de estos insectos de importancia sanitaria, pero sí los hay en otras ciudades de nuestro país, por ello el interés de monitorear ante su eventual llegada y así proteger a las palmeras de la capital.
“Esto es muy importante para la ciudad porque se pueden ahorrar y minimizar costos. Además, es una buena forma de prevenir si llegara a existir la presencia de estos dos insectos que son de importancia fitosanitaria y esto puede evitar que se propaguen en otras zonas de la ciudad”, resaltó Sánchez Pineda.
Agregó que otra cosa que se busca con el plan piloto es evitar la colocación de plaguicidas en todas las palmeras. Para el plan piloto, la empresa Cross Technologies es la encargada de colocar la red de sensores para el monitoreo.
Rogelio López Álvarez, fundador de la empresa Cross Technologies, dedicada a la transferencia tecnológica en agroindustria y cuidado del medio ambiente, precisó que para el plan piloto están realizando la inversión de los sensores y programación para generar datos, por lo que Sedema no eroga recursos para estos rubros.
La Secretaría apoya con trabajadores que realizan el montaje de un tornillo en lo alto de cada palmera seleccionada, para fijar los sensores. El tornillo se desinfecta antes de ser instalado y no causa ninguna afectación a las palmeras, aclaró Laura Sánchez.
Rogelio López detalló que los sensores detectan vibraciones dentro del tronco de un árbol o, en este caso, de una palmera: “Este sensor detecta la vibración que genera, desde una larva pequeñita en el interior hasta barrenadores de buen tamaño”. Agregó que una palmera puede llegar a tener hasta 2 mil individuos en su interior, lo que puede provocar su muerte.
Para clasificar las vibraciones captadas por los sensores, hay una escala de colores: verde es libre de plagas; amarillo significa sospechosas de tener alguna plaga y rojo en diversas tonalidades para tres niveles de infestación: reducida, normal y alta infestación.
Rogelio López aseguró que contar con una red de sensores permite ser más precisos al atender una plaga, pues permite conocer con exactitud cuáles son los individuos afectados para aplicarles algún tratamiento.
Eso reduce costos pues ya no se tiene que aplicar tratamiento a todos los individuos.
El fundador de Cross Technologies detalló que “después de instalar un sensor esperamos 12 días naturales para leer el estado de salud, detectar la vibración que hay y entonces empezar a analizarla. A partir del día 13 reportamos la vibración que hay en cada una de estas palmeras.
La prueba piloto durará de 60 a 90 días naturales, estimó Rogelio López. Este lapso es suficiente “para que se vea qué tan eficaz es la solución en este tipo de palmeras”.
Añadió que, aunque es una prueba piloto en la Ciudad de México, estos sensores ya se han instalado en palmeras de diversas especies en ciudades de España e Italia, norte de África, en Arabia Saudita, así como en Israel y Estados Unidos; estos dos últimos países son los que han desarrollado dichos dispositivos.