Voluntad, conocimiento y trabajo, esenciales para la transformación ambiental de la Ciudad de México

Publicado el 30 Septiembre 2024
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Con el reconocimiento de diputadas y diputados por el trabajo ambiental realizado en la Ciudad de México, quienes destacaron el aumento de áreas verdes por habitante y el incremento de la biodiversidad, la reducción de emisiones que causan el cambio climático y la mejora en la calidad del aire, así como el trabajo para garantizar el bienestar animal y los 27 premios internacionales y nacionales obtenidos, que reconocen el fuerte liderazgo ambiental de la Ciudad, la doctora Marina Robles García, titular de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) capitalina, compareció ante el Congreso local.

“El cambio que ha tenido la Ciudad de México en estos años, constituye un mensaje muy esperanzador para el mundo, porque ven en nosotros, un lugar que reconstruyó y desvió el futuro oscuro que se vislumbraba para esta ciudad en los años 80. Hoy, somos vistos como una ciudad decidida, creativa, innovadora, transformada, reconciliada con la naturaleza. Por eso no sólo nos reconocen con premios y menciones, sino también como uno de los mejores sitios para visitar y vivir”, aseguró la doctora Marina Robles, al comparecer ante el Congreso de la Ciudad de México.

El conjunto de acciones realizadas a lo largo de la administración muestran el nivel de ambición y compromiso de la Ciudad por garantizar el derecho de las personas a un medio ambiente sano. Desde diciembre de 2018, la Sedema trabajó en el reequilibrio de la distribución y el acceso a las áreas verdes, cambió la idea de que la naturaleza es sólo una escenografía que rodea el exterior de la Ciudad, para abrirle paso hacia la parte urbana, y así construir verdaderos corredores que permitan el intercambio entre las especies y reconectarse con la naturaleza.

“Con el propósito de aumentar los espacios públicos con naturaleza, en conjunto con la Secretaría de Obras y Servicios y el Sistema de Aguas de la Ciudad, creamos, mejoramos y abrimos al uso público 19 nuevas áreas verdes. Algunas de ellas habían estado cerradas al uso público o habían sido privatizadas, o no tenían condiciones para la conservación y la convivencia social, o simplemente eran viejos tiraderos de basura, zonas abandonadas, o grandes avenidas y camellones convertidos en basureros. Con estos 19 espacios, la ciudad ofrece ahora 1 mil 600 hectáreas de espacios nuevos y rehabilitados con naturaleza, que benefician a más de 6 millones de personas”, explicó la secretaria.

Otro proyecto emblemático desarrollado a lo largo de la administración es “Jardines para la Vida, Mujeres Polinizadoras”, con una visión de recuperación ecológica y justicia social, que ha tenido la virtud de contribuir a mejorar las condiciones ambientales de la Ciudad.

“A la fecha hemos creado 1,300 jardines de este tipo, y lo hicimos impulsando también la formación de mujeres jardineras especialistas en jardines para polinizadores(…) Estos jardines y el gran esfuerzo de revegetación de la Ciudad han permitido el aumento de registros de especies polinizadoras que tenían muchos años sin verse, o verse escasamente, es el caso del murciélago trompudo y dos nuevas especies de colibríes: el colibrí Barba Negra y el colibrí Opaco, asociadas sólo a áreas bajo cierto estatus de conservación”, abundó la doctora Robles.

En 2019 se estableció el reto de plantar 10 millones de árboles, arbustos y cubresuelos, pero a la fecha suman más de 51 millones de ejemplares, que han permitido incrementar la superficie de área verde por habitante. Pasamos de 14.5 m² en 2017 a 19.4 m² en 2020, a lo que falta sumar los trabajos realizados de 2021 a 2024.

“Para el aumento de la vegetación en la ciudad, fortalecimos los viveros del Gobierno de la Ciudad y con ello, aumentamos la producción a cifras, nunca alcanzadas, pasamos de producir poco más de 300 mil plantas en 2018, a más de 10 millones actualmente; y a producir cuatro veces más plantas nativas”, detalló la secretaria.

En los viveros Nezahualcóyotl y Yecapixtla pasamos de 20 a 80 especies nativas, mientras que en el de San Luis Tlaxialtemalco había cuatro especies nativas y ahora son 53 especies.

“Esta transformación es un logro de lo más importante, porque significa transitar de un tipo de jardín básicamente con pasto, poco propicio para cuidar la biodiversidad de nuestros ecosistemas y con una muy alta demanda de agua para su mantenimiento, a áreas verdes reconciliadas con la flora nativa”, sostuvo la doctora Robles.

Estos trabajos de revegetación, aunados a otras acciones, han permitido registrar 42 nuevas especies de aves en la Ciudad. “Pasamos de tener 355 a 397, que junto con el mayor avistamiento de especies como el lince americano, la zorra gris y el coyote, muestran a una ciudad cada vez más abierta y amable con la naturaleza”, abundó.

Han sido seis años trabajando en la construcción de una ciudad sustentable, una ciudad que recupera sus cuerpos de agua, como canales, ríos y humedales. “Construimos humedales para tratar de forma alternativa descargas residuales y controlar escorrentías y, donde había algún espacio aún disponible al margen de los ríos, creamos espacios verdes para uso público”, mencionó Robles García.

A la fecha, suman 32 hectáreas de nuevos humedales y 722 hectáreas de humedales naturales rehabilitados. El rescate de estos espacios naturales ha permitido sacar de la ruta de extinción a muchas especies, además de lograr que cada día esta Ciudad se reconcilie con la naturaleza y se le abra paso a la vida y a la sustentabilidad.

En la Ciudad también se impulsó el aprovechamiento sustentable del agua mediante la instalación de sistemas para cosechar la lluvia. En total se instalaron más de 73 mil sistemas en hogares, que se traduce en un beneficio para más de 240 mil.

“A finales del año 2023 fortalecimos el programa con una línea de trabajo para la captación de lluvia en escuelas. Esos trabajos nos llevaron a instalar 2 mil 338 sistemas en todas las escuelas públicas de primaria y secundaria de la Ciudad. Y así el nivel de impacto del sistema llegó a muchos más beneficiarios”, agregó Marina Robles.

En esta administración, dijo, se puso mucho interés en el suelo de conservación: “esta parte de la Ciudad que reúne casi el 60% de su territorio, y donde está su mayor patrimonio natural. Para esta zona de la Ciudad, desde el año 2019, la entonces jefa de Gobierno, la doctora Claudia Sheinbaum, incrementó cinco veces el presupuesto anual y pasó de tener 200 millones de pesos anuales a más de mil millones de pesos cada año para destinarlos a la restauración socio-ambiental”.

Otra intervención histórica fue la realizada en el Bosque de Chapultepec, mediante el proyecto presidencial ‘Chapultepec, Naturaleza y Cultura’: “En este bosque, el apoyo del Gobierno de México y el trabajo de los equipos del Gobierno de la Ciudad permitieron una histórica mejora ambiental y de la infraestructura educativa y cultural”.

En coordinación con la Secretaría de Cultura federal y la Secretaria de Obras y Servicios capitalina, se realizaron 53 intervenciones en el Bosque de Chapultepec, entre las que destaca una restauración y remediación ambiental, la rehabilitación de la infraestructura en abandono, la mejora de museos, la construcción de nuevos recintos culturales, como el Centro de Cultura Ambiental y el Jardín Escénico.

Este proyecto permitió mejorar las instalaciones del Centro de Conservación de la Vida Silvestre de Chapultepec y la construcción del “Anfibium, Museo del Axolote y Centro de Conservación de Anfibios”, un espacio que ha desempeñado un papel fundamental en la conservación de estas especies, especialmente del icónico axolote de Xochimilco, embajador de la vida silvestre de la Ciudad de México.

A lo largo de la administración, también trabajamos para mejorar las condiciones de bienestar de los ejemplares que habitan, bajo el cuidado de expertos, en los Centro de Conservación de la Vida Silvestre de San Juan de Aragón y Los Coyotes, mediante la rehabilitación y mejora de los recintos y las instalaciones.

Un ejemplo es la ampliación del albergue para elefantes africanos en el Centro de Conservación de San Juan de Aragón, donde actualmente habitan Ely, Gipsy y Annie; cabe señalar que previo a la ampliación, el espacio ya superaba estándares internacionales en extensión y necesidades de manejo, por lo que de esta manera se incrementaron las condiciones de bienestar de las tres elefantas.

Todo el trabajo realizado nos permitió transformar a los zoológicos en Centros de Conservación de la Vida Silvestre, importantes para evitar la extinción de las especies en riesgo, como el cóndor de California, que “hace aproximadamente 50 años los daban ya por una especie extirpada, desaparecida del planeta. Sin embargo, la persistencia, la tenacidad y la colaboración entre los zoológicos de Estados Unidos y México ha hecho que hoy haya 500 ejemplares en la zona de Arizona y California en Estados Unidos, y 50 en Baja California”, precisó Robles García.

En la administración nacieron ocho cóndores en el Centro de Conservación de Chapultepec y seis fueron trasladados a San Pedro Mártir para su reintroducción, y ahora ya vuelan en el cielo de Baja California.

“Ese esfuerzo muestra cómo la suma de conocimiento, voluntad, determinación y persistencia puede cambiar un destino aparentemente escrito. Es el caso de la Ciudad de México, una ciudad, que si bien aún tiene retos que resolver, es una ciudad reconciliada con la naturaleza, y que está construyendo las condiciones para su sustentabilidad”, añadió.

A través de los siete ejes estratégicos que conforman el Programa Ambiental y de Cambio Climático de la Ciudad de México 2019-2024, se logró reducir 2 millones 322 mil 153 toneladas anuales de los gases que provocan el cambio climático, lo que representa un avance del 105.5% respecto a la meta establecida.

Esta mitigación lograda es equivalente a que dejaran de circular todos los autos de la Ciudad por 51.8 días o que 329 mil 973 vehículos dejaran de circular durante un año o a realizar una reforestación con 5 millones 908 mil 742 árboles de pino y cuidarlos durante 50 años.

La Ciudad de México tiene más de 30 años monitoreando la calidad del aire y diseñando y poniendo en operación acciones que han permitido mejoras muy importantes. Tanto las normas de calidad del aire como las concentraciones para declarar contingencia ambiental atmosférica se han hecho cada vez más estrictas, con el objetivo primordial de proteger la salud de las personas. En los años 90, por ejemplo, el límite para aplicar la Fase 1 de contingencia ambiental fue de 294 partes por billón (ppb) y actualmente el límite son 155 ppb.

Las mejoras no sólo consisten en ir haciendo más estrictos los límites para la declaración de contingencias, también el número de días limpios al año se ha incrementado; las contingencias son episodios puntuales, que también han ido disminuyendo considerablemente en el tiempo. Si bien las contingencias son un indicador de los retos a resolver, lo más relevante es lo que sucede en el resto de los días. Este número de días limpios ha ido en aumento de manera muy favorable, pasando de tener muy pocos días limpios en el 2000 a más de cien en los últimos cinco años.

Otras de las acciones realizadas para construir un futuro sustentable para la Ciudad y sus habitantes, es la prohibición de bolsas de plástico de un solo uso, a partir del 1 de enero de 2020, en coordinación con el Congreso de la Ciudad. Y desde el 1 de enero de 2021 la prohibición de diversos productos de plástico desechables como cubiertos, tenedores, cuchillos, cucharas, palitos mezcladores, platos, popotes o pajitas, bastoncillos para hisopos de algodón, globos y varillas para globos, vasos y sus tapas, charolas para transportar alimentos, así como los aplicadores de tampones hechos total o parcialmente de plástico y diseñados para su desecho después de un solo uso, excepto los que sean compostables.

“Y, aunque no es sólo materia asociada a la generación de residuos, sino a una lógica económica novedosa y creciente en el mundo, también con este Congreso se desarrolló y publicó la Ley de Economía Circular para la Ciudad. Estoy segura, diputadas y diputados, que además del vanguardismo que imprime este avance para la Ciudad, en términos legislativos, será también la puerta a una lógica productiva y de negocio más sustentable y benéfica para todos”, consideró la secretaria Marina Robles.

En los años 80 y 90 la Ciudad de México fue calificada como una de las ciudades más contaminadas del mundo, pero en la actualidad los cambios que se han logrado han sido reconocidos mundialmente y hoy se ve a la Ciudad de México como una ciudad ejemplar y sus logros ambientales como un mensaje esperanzador.

“Por ello, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, nos hizo sede de su conferencia de conservación regional el pasado mes de abril y de esa manera permitió enviar un mensaje a la humanidad, diciendo que sí es posible cambiar los rumbos, las condiciones y el futuro que tienen las ciudades y países; y por lo tanto, el mundo, siempre y cuando haya voluntad, conocimiento y trabajo de por medio, como hemos hecho en la Ciudad de México”, concluyó la doctora Marina Robles.